Las relaciones pueden ser difíciles. Son dinámicas, puede haber interrupciones de comunicación y malos entendidos, y las filosofías y creencias no siempre se alinean. También hay momentos en que las relaciones se ven tensas por factores externos que tienen poco que ver con las personas involucradas.
Como docente, es fundamental mantener relaciones positivas con los demás. Cuando se ponen rasposas o van cuesta abajo, debe haber un rápido intento de revertirlo y reparar la relación. Ya sea un estudiante, padre o colega, las relaciones rotas no solo causan estrés, a menudo pierden tiempo y agotan energías. Si tiene una relación que debe corregirse, aquí hay algunas pautas para ayudarlo a:
Desafío 1: Relaciones con los Estudiantes
Esto es lo primero, ya que es el elemento más importante en la lista. Si no hay una relación sólida con los estudiantes, los docentes serán ineficaces. Puede haber muchas razones para que esta relación se rompa o dañe. Tal vez el alumno se comportó de una manera irrespetuosa, tal vez el docente se comunicó de una manera en la que el alumno se sintió amenazado, o tal vez hay un conflicto de personalidad del que no es culpa de nadie, pero que debe abordarse.
Cómo arreglarlo: para ayudar a arreglar la relación, es importante escuchar en una situación no conflictiva, tranquila y no amenazante. Reserve un tiempo adecuado y asegúrese de que tanto el docente como el alumno estén tranquilos y listos para escuchar. El docente debe tratar de entender de dónde viene el alumno. Escuchar para comprender no termina con "Bueno, ahora déjame decirle lo que pienso". Simplemente escuche al alumno y trate de ver cómo la información puede ayudar a reparar la relación y evitar problemas futuros.
Desafío 2: Relaciones con los Padres
Las relaciones rotas con los padres a menudo se derivan de una falta de comprensión en uno u otro extremo. Se pueden hacer suposiciones y la relación puede ir al otro lado rápidamente; si esto sucede, tiene el potencial de dañar el aprendizaje y la experiencia educativa del estudiante.
Cómo arreglarlo: los siguientes pasos son una gran manera de ayudar a mejorar una relación difícil con un padre. Primero, escuche. Escuche lo que dice el padre y trate de entender de dónde viene el problema. Segundo, discúlpese. Esto no significa admitir fallas, simplemente decir: "Lamento que se sienta de esta manera" o "Lamento que esto haya sucedido". Tercero, resuelve. Aquí es donde el docente puede intentar ayudar a encontrar una solución para el futuro con la ayuda de los padres. Finalmente, agradézcales por su tiempo. Estos pasos son útiles porque vienen en orden y pueden actuar como una lista de verificación en su mente. El proceso ayuda a calmar las situaciones que podrían convertirse en problemas importantes y ayuda a comenzar a enmendar las relaciones si necesitan reparación.
Desafío 3: Relaciones con Otros Docentes
Las escuelas no pueden funcionar eficazmente si los docentes no colaboran y cooperan. Debido a que los ambientes escolares son estresantes, y tanto el tiempo como los recursos son a menudo limitados, se puede ejercer presión sobre las relaciones entre los docentes. Si los equipos no funcionan bien juntos, las relaciones deben ser corregidas.
Cómo arreglarlo: encuentre la raíz del conflicto. Probablemente haya diferencias en filosofía y valores cuando se trata de conflictos entre docentes. Durante un período de calma cuando hay tiempo suficiente (que a menudo es difícil de conseguir), los docentes deben hablar sobre las causas de raíz de sus creencias. Cuando buscamos entendernos, estamos en el camino de crear mejores equipos y relaciones más fuertes.
Desafío 4: Relaciones con el Personal Clasificado
Si un docente tiene uno para en su habitación, existe la posibilidad de que pasen mucho tiempo con ellos como con los miembros de su familia. Esta relación es demasiado frecuente debido a la falta de expectativas y comunicación claras. Por lo general, hay una gran cantidad de necesidades de los estudiantes en el aula-docentes que no quieren quedarse atrapados con las necesidades de los adultos convirtiéndose en un problema también.
Cómo solucionarlo: si esta relación no es buena, normalmente las expectativas claras son el problema. Cada docente tiene diferentes necesidades y deseos de un para, y cada para tiene un nivel de comodidad diferente para diferentes tareas. El docente debe liderar el proceso y dejar que el para saber claramente cómo ayudar en el aula. Si hay problemas de disciplina, comuníquese para que no exista confusión entre los estudiantes acerca de qué esperar. El docente también debe mantener al director (si es una persona diferente a la del docente).
Todos esperamos que las relaciones se mantengan positivas y no sean dramáticas ni complicadas, pero si no lo hacen, estos consejos pueden ayudarlo a "arreglar el barco" y hacer que las cosas se muevan hacia una buena dirección. Al final, asegurar que estas relaciones sean sólidas conduce a mejores escuelas y mejores resultados para nuestros estudiantes.
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