Practicar Contraargumentos en el Aula

Publicado por Kelly Bielefeld el 25 junio, 2019
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Los estudiantes deberían discutir más en el aula. Puedes estar pensando, "Espera ... ¿qué?" mientras lees esto. La mayoría de los docentes probablemente piensan que sus estudiantes ya discuten lo suficiente, pero construir un argumento en el sentido académico es uno de los estándares importantes en el plan de estudios. Se trata de "argumentar" un punto de vista sobre un tema.

Los estándares requieren que los estudiantes que comienzan quinto grado (k12) / 2º de primaria puedan responder a un contraargumento, además de crear un argumento propio. Esta puede ser una habilidad difícil tanto para enseñar como para practicar. Muchos de nosotros diríamos que este es un arte perdido en el estado político y cultural. No porque los argumentos en contra sean escasos, sino porque considerar el otro punto de vista para un tema no es tan común como solía ser.

Con ese fin, pensar en contraargumentos puede crear un sentido de empatía y perspectiva dentro del aula. Al darles a los estudiantes un concepto pro-con, asignándoles un tema para defenderlos, les ayuda a ver el otro lado. Hay algunas formas sencillas de enfocar los argumentos en contra que son relevantes para los estudiantes y que les permitirían crear empatía sin crear demasiada controversia.

Definiendo los Conceptos

Para empezar, los docentes deben definir argumento y contraargumento. Los estudiantes más jóvenes pueden entender bien este concepto, ya que un argumento es algo que se discute respetuosamente y podría ser un concepto nuevo para ellos. La palabra argumento definitivamente tiene un contexto en toda nuestra cultura, por lo que es importante que los docentes utilicen ejemplos de lo que significa un argumento, así como el aspecto de un contraargumento.

Una estrategia altamente efectiva al introducir este concepto es dar algunos ejemplos o modelar el trabajo de un estudiante. Los estudiantes pueden leer un documento de discusión que otro estudiante ha escrito y resaltar las áreas donde se considera el argumento contrario. Esto les ayuda a ver cómo un autor lo integra en su narrativa y no solo define el argumento contrario, sino que luego lo refuta.

Para algunos estudiantes, escribir el argumento contrario no es la verdadera dificultad. Lo que les resulta más difícil es considerar qué argumentos contrarios pueden funcionar de eso en lo que creen firmemente y con lo que están de acuerdo. Es posible que deba haber alguna investigación que entre en juego en esta área; es posible que algunos estudiantes realmente tengan que trabajar para estudiar lo que otros piensan sobre un tema.

Buceando en los Problemas

Cuando se trata de hacer esto en un aula, los docentes pueden alejarse porque ciertos temas pueden ser muy controvertidos. Mantener los temas localizados ayuda a evitar grandes controversias. Los estudiantes a menudo encuentran que los temas de la escuela son más relevantes que los asuntos de política o de ley. El código de vestimenta, los problemas del almuerzo o incluso los factores de enseñanza son buenos lugares para que los estudiantes comiencen cuando enseñan sobre argumentos. Es posible que tengan que pedirle a un docente o director que encuentre contraargumentos, lo que podría hacer que comprendan el contexto más amplio de un problema.

Pero solo porque algo sea controvertido no significa que los docentes deban evitarlo. En ocasiones, es apropiado permitir que los estudiantes elijan un lado, por así decirlo, cuando hablan sobre un tema. Con el fin de cultivar realmente el sentido de lo que es considerar un argumento en contra, los docentes pueden asignar a los estudiantes que defiendan cierto punto de vista sobre un tema. Al ser forzado a presentar argumentos de apoyo para algo con lo que podrían no estar de acuerdo, un estudiante entenderá cómo considerar mejor los contraargumentos.

Me gustaría señalar lo importante que es esto para que nuestros estudiantes aprendan. Para que una democracia prospere, debemos tener la capacidad de articular argumentos y escuchar argumentos en contra. Gran parte de nuestro mundo actual, como se muestra en todo tipo de medios, carece del tiempo o el valor de escuchar contraargumentos. Esta habilidad vital nos ayuda a todos a empatizar unos con otros, y a sacar mejores conclusiones y más reflexivas.

Entonces, como docente, espero que este artículo te haya ayudado a comprender no solo cómo abordar los argumentos contrarios en el aula, sino también por qué es tan importante. No es solo una cuestión de enseñar un estándar, sino más bien un enfoque de cómo interactuamos y nos escuchamos unos a otros. Ya sea que el problema sea grande o pequeño, los estudiantes pueden comenzar a ver cómo otros pueden ver el mundo de manera diferente a como lo hacen.

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