En los últimos años, el término la "hora del genio" se ha vuelto más común en las aulas. Había escuchado este término antes pero no estaba seguro de lo que significaba, aquí hay un breve manual sobre el tema.
Los orígenes de la hora del genio son bastante simples. En el libro de Daniel Pink “Drive”, analiza algunas investigaciones interesantes sobre la motivación. Él cita tres áreas clave que son más efectivas para motivar a las personas (y estudiantes): autonomía, dominio y propósito. Afirma que los incentivos tradicionales para el comportamiento -como recompensas y castigos- solo funcionan con ciertos tipos de tareas, como el aprendizaje de memorizar o las tareas repetitivas. Para tareas que requieren profundidad de pensamiento, creatividad y resolución de problemas, estamos mucho más motivados para tener un sentido de propósito, un sentimiento de autonomía y una esperanza de dominio.
Como "No Child Left Behind | Ningún Niño se Queda Atrás" se ha desvanecido en los últimos años, parte de nuestro énfasis en el conocimiento de memorizar que se requería en las pruebas ha disminuido. Ahora estamos en una era en la que esperamos que los estudiantes puedan exhibir sus habilidades del siglo 21 al pensar críticamente, resolver problemas, trabajar en equipo y demostrar inteligencia emocional.
Dejar que los Estudiantes Brillen
Aquí es donde entra la hora del genio. Los educadores han tomado los conceptos de la investigación de Daniel Pink y los han aplicado al aula. El concepto de la hora del genio se trata de proporcionar a cada alumno la oportunidad de compartir sus dones y de alguna manera demostrar su conocimiento y pasión por el aprendizaje. Algunas de estas filosofías básicas son importantes para saber si los educadores están listos para comenzar con la hora del genio. Si los administradores o los padres cuestionan el uso del tiempo para algo como esto, los educadores deben ser capaces de articular los principios básicos.
La premisa de la hora del genio es básica para comprender, pero puede ser un poco compleja o abrumadora para ponerla en práctica. Todos queremos que los estudiantes aprendan a un nivel profundo y que estén muy motivados para hacerlo. El truco es que tenemos recursos limitados, tiempo limitado y un número finito de normas que debemos enseñar en las escuelas. Entonces, ¿cómo hacemos que todo esto funcione y cómo lo hacemos de una manera que sea significativa para los niños y beneficiosa para la escuela?
Experimenté con algunos educadores que incursionaron en la hora de los genios con algunos éxitos y algunos fracasos, así que pensé que sería una buena oportunidad para compartir una idea de lo que podría hacer que esto funcione mejor. Cada educador sabrá con qué se sienten más cómodos y qué tienen tiempo para hacer.
Llevando la Hora del Genio a Su Aula
Primero, considere las normas del modelo educativo establecidas por el gobierno de su país; siempre debe comenzar con las normas que los educadores deben seguir. El contenido del aula debe cumplir con las pautas establecidas por el estado o la nación cuando se trata de lo que los estudiantes están aprendiendo. Para bien o para mal, nuestros estudiantes se miden sobre lo que saben sobre este conjunto de habilidades, por lo que debemos usar esto como punto de partida y trabajar desde allí cuando se trata de todo lo que hacemos en las escuelas. Esto no quiere decir que limitamos el aprendizaje de los estudiantes a las normas solamente; hay otros indicadores que podemos incorporar dentro de nuestra enseñanza que ayudan a nuestros estudiantes a prepararse para el futuro. Yo diría que la hora del genio ofrece una gran plataforma para enseñar otras habilidades como perseverancia, agallas, pensamiento crítico y resolución de problemas.
En segundo lugar, es importante saber dónde encaja la hora del genio en el cronograma. Los horarios impulsan lo que hacemos, por lo que debe haber un enfoque estratégico sobre cuándo y cómo puede suceder en el aula. El 20% de la semana que Daniel Pink discute en su libro para el tiempo "FedEx" puede no ser realista (este artículo es una visión interesante de cómo se ve esto en las escuelas), pero tiene sentido usar grandes cantidades de tiempo para la hora del genio. Sin embargo, el soporte de inclusión, los horarios especiales y otros horarios "fijos" podrían hacer que esto sea un desafío.
Tercero, cuando se trata de la actividad que se desarrolla durante la hora del genio, el educador debe ser honesto consigo mismo acerca de cuán amplios serán los estudiantes. Tener un 100% de sentido de dominio y autonomía puede no ser posible en función de los recursos disponibles y lo que le interesa al alumno.
La creencia de que todos los niños pueden lograr grandes cosas si les damos la libertad, y ellos tienen la motivación, se encuentra en el corazón del concepto de la hora del genio. Si estas consideraciones "hacen mella" por la hora del genio, busque la segunda parte de esta serie próximamente. ¡Asegúrate de suscribirte a nuestro blog de Educadores para que no te lo pierdas!