En la primera parte de nuestra serie de Retroalimentación para los Estudiantes, revisamos los tipos de retroalimentación que son más utilizados en el aula. Estos tipos de retroalimentación tienen un papel que desempeñar. Cuando corregimos el aprendizaje de un estudiante, alentamos y afirmamos su buen trabajo, construimos relaciones y confiamos en él. Todos los docentes saben lo importante que es esto y cómo debe ocurrir antes de que el aprendizaje profundo pueda tener lugar.
Pero cuando se trata de aprender, este tipo de retroalimentación realmente no impacta mucho al estudiante. Puede que se sientan bien con el apoyo que se les ofrece, pero ¿con qué frecuencia realmente aprenden de este tipo de retroalimentación?
Ayudar a los Estudiantes a Avanzar
Es importante dar un paso atrás y articular uno de los factores más importantes sobre cómo respondemos a los estudiantes: cuántos participan en la respuesta a la vez. Casi todos los ejemplos de retroalimetación, revisados en la primera parte, son respuestas a estudiantes individuales en un aula. Este es un componente importante para cualquier aula, pero mientras un estudiante es afirmado o alentado, ¿qué está haciendo el resto de los estudiantes?
Y esto nos lleva a lo que la investigación respalda como la mejor retroalimentación para los estudiantes: información sobre su aprendizaje. La investigación de Deci y Ryan a finales de los años 90 sobre la motivación, nos muestra que los elogios y las recompensas no son tipos efectivos de retroalimentación para que los estudiantes aprendan más (es decir, no impactan positivamente el rendimiento de los estudiantes). Lo que sí impacta el logro de los estudiantes es brindarles a los estudiantes información específica sobre su aprendizaje y usar estrategias para avanzar.
La suposición subyacente al proporcionar retroalimentación, de esta manera el docente sabe dónde se encuentra actualmente el aprendizaje del estudiante. Para hacer avanzar a alguien, se requiere saber dónde está la persona actualmente. Hay muchas formas de recopilar esta información: lea este artículo sobre la verificación de la comprensión y cómo los docentes pueden recopilar esta información de forma rápida y sencilla en un aula 1: 1. Esto es lo contrario de lo que normalmente significa la retroalimentación, ya que los docentes reciben retroalimentación de los estudiantes y no les dan retroalimentación.
Lograr Un Aprendizaje Más Profundo
Si el docente sabe dónde se encuentran los estudiantes, existen estrategias que pueden usar para ayudar al estudiante a aprender. A medida que entramos en los detalles de esto, podemos pensar en las diferentes formas en que podemos dar retroalimentación a los estudiantes sobre su aprendizaje. Nuestra intención, la mayoría de las veces, es profundizar el aprendizaje y desarrollar habilidades de pensamiento crítico. Entonces, debemos preguntarnos, ¿qué tenemos que hacer para lograr esto en el aula?
Hablando en términos prácticos, aquí hay algunas ideas para que los docentes muevan a los estudiantes a un aprendizaje más profundo mediante la retroalimentación:
- Diferentes puntos de vista: este es un tipo de retroalimentación que ayuda a ampliar y profundizar la comprensión de un problema por parte de un estudiante. Si sabemos que el alumno actualmente comprende algo, podemos darles retroalimentación para que piensen en ello desde otro ángulo o perspectiva. La historia y la literatura son ejemplos perfectos de cómo podemos usar diferentes puntos de vista como herramienta de enseñanza a través de la retroalimentación. Más específicos para la escritura, aquí hay algunos tips adicionales sobre cómo podemos ayudar a los estudiantes a ver un punto de vista diferente.
- Proporcionar más/menos información: la retroalimentación es más que solo responder “Respuesta Correcta” a los estudiantes. En esta estrategia, los docentes pueden proporcionar retroalimentación en forma de información adicional. El docente puede agregarle contexto para profundizar la comprensión. Del mismo modo, el docente podría eliminar información para que los alumnos piensen. Por ejemplo, "El general no sabía _____ antes de la batalla, ¿cómo habría cambiado eso el resultado?" O "Regrese al principio y elimine los datos sobre _____, ¿qué estrategia usaría para encontrar la respuesta?"
- Estrategias alternativas: como los estudiantes pueden resolver fácilmente problemas o aplicar estrategias a los conceptos, los docentes pueden aumentar el rigor al exigirles a los estudiantes que usen estrategias alternativas. Este tipo de retroalimentación ayuda a los estudiantes a ajustar su pensamiento. No solo ayuda a profundizar su comprensión, sino que también ayuda a los estudiantes a ver que puede haber varios caminos hacia el éxito en el aprendizaje.
Estos son solo tres métodos para utilizar la retroalimentación para ayudar a profundizar el aprendizaje de los estudiantes. La retroalimentación es mucho más que solo elogios y orientación correctiva. A medida que los docentes responden a los estudiantes, pueden dar retroalimentación para impulsarlos a nuevas ideas, conceptos y aprendizajes, y con suerte también una comprensión más profunda del tema.
¿Te perdiste la primera parte de nuestra serie de Retroalimentación para los Estudiantes? Haz clic aquí para aprender más. Y no olvides volver la próxima semana para la tercera y última parte de esta serie, que cubrirá cómo la retroalimentación puede ayudar a los docentes a mover a los estudiantes a través del aprendizaje. ¡Suscríbete al Blog de Educadores y no te pierdes de este valioso contenido