Los docentes saben lo importante que es la retroalimentación. Sabemos que para ayudar a los estudiantes a corregir conceptos erróneos, mejorar habilidades y mantenerse motivados, tenemos que dar la retroalimentación correcta en el momento adecuado. Pero el término "retroalimentación" abarca diferentes tipos de respuestas a los estudiantes. Desde una declaración alentadora hasta una respuesta de inmersión profunda en el ensayo de un estudiante, la retroalimentación viene en todas las formas y tamaños.
Pero no todos los comentarios son iguales. Algunos son más efectivos que otros y algunos son más importantes que otros. Todos los diferentes tipos de retroalimentación tienen un papel en el aula, pero los docentes deben estar informados sobre cómo responder mejor a los estudiantes.
La Retroalimentación Requiere 2 Lados
La realidad para muchos docentes es que la retroalimentación puede ser un proceso frustrante. Recuerdo haber enseñado artes del lenguaje en secundaria. Pasé horas calificando trabajos, trabajando intencionalmente para dar a los estudiantes una retroalimentación buena y de calidad sobre sus pensamientos e ideas. A medida que pasaba, respaldaba todos los papeles llenos de mis astutos comentarios, los estudiantes generalmente miraban la calificación final y guardaban el papel. Mis comentarios, aunque posiblemente útiles para los estudiantes, cayeron en oídos sordos.
Lo que llega a una de las principales realidades de la retroalimentación: requiere tanto de un emisor como de un receptor. Este detalle importante no se puede perder en el proceso. Como docente, estaba enfocado en mí mismo y en dar retroalimentación, pero perdí de vista al estudiante que (se suponía que debía) recibir la retroalimentación.
Aquí hay una revisión de diferentes enfoques para dar retroalimentación a los estudiantes con una nota de precaución sobre cuándo no usar ese tipo de retroalimentación:
Afirmaciones: este es probablemente el tipo más frecuente de retroalimentación oral que se encuentra en un aula. Una afirmación es simplemente un docente que reconoce que un estudiante respondió bien o correctamente. Este tipo de comentarios funciona bien cuando el docente busca respuestas específicas a las preguntas. Por ejemplo, "¿Cuándo es el día de la independencia?" El docente afirmará una respuesta correcta o incorrecta.
Cuidado: con demasiada frecuencia, los docentes usan afirmaciones para más preguntas abiertas. Cuando se hace una pregunta que requiere un pensamiento crítico o podría tener más de una respuesta correcta, un docente debe tener cuidado de no afirmar demasiado rápido. Si la primera respuesta es la correcta para los otros estudiantes, podrían desconectarse y dejar de pensar en el tema. Una buena solución a esto es la retroalimentación a través de preguntas.
Retroalimentar a través de preguntas: Esto también podría denominarse cuestionamiento socrático. Es en sí mismo una forma de retroalimentación a los estudiantes, pero no en un sentido tradicional. Cuando se desea el pensamiento crítico y los docentes quieren que los estudiantes superen los límites de su pensamiento, proporcionar preguntas como comentarios no afirma una respuesta sobre otra. El interrogatorio socrático requiere capacitación y no es apropiado en todos los contextos, pero puede ser una herramienta efectiva en cualquier aula.
Cuidado: la parte difícil con este tipo de comentarios es que a veces los estudiantes simplemente están equivocados en su pensamiento. Los docentes pueden corregir conceptos erróneos a través de preguntas, pero eso puede llevar mucho tiempo y ser laborioso.
Corrección de conceptos erróneos: este tipo de comentarios puede ser realmente difícil para los docentes. Odiamos decirles a los estudiantes que están equivocados y saber lo desalentador que puede ser escuchar eso. Sin embargo, es un tipo importante de retroalimentación, ya que los estudiantes pueden mantener pensamientos o habilidades incorrectas en ciertas áreas, lo que puede conducir a una falta de éxito en el futuro.
Cuidado: algunos estudiantes, especialmente aquellos que tienen una actitud negativa hacia la escuela, no responden bien a este tipo de comentarios. En la medida de lo posible, los docentes deben tratar de corregir los conceptos erróneos en privado con los estudiantes para mantener una cultura de seguridad y dignidad. No siempre es posible, pero este puede ser un buen objetivo para los docentes. También es importante crear un aula llena de declaraciones alentadoras y el lenguaje de una mentalidad de crecimiento.
Aliento / motivación: cuando un estudiante tiene dificultades, se retira de la escuela o tiene un historial de respuestas incorrectas, hay un momento y un lugar para alentar los comentarios del docente. Los comentarios pueden ser elogios verbales, pegatinas en una hoja de trabajo, un premio especial o recompensa por el trabajo duro.
Cuidado: este tipo de retroalimentación, aunque importante, no reemplaza la retroalimentación de calidad en forma de detalles específicos y oportunos sobre el aprendizaje. Con demasiada frecuencia, los docentes piensan que ser alentador es dar retroalimentación cuando no lo es.
Estos son los tipos más generales de retroalimentación que los docentes usan durante el día escolar, pero no son necesariamente la mejor opción cuando se trata de ayudar a los estudiantes a avanzar en el continuo aprendizaje. Mantente atento a la segunda parte de nuestra serie de Retroalimentación la próxima semana, cuando comentaremos las mejores prácticas respaldadas por la investigación. ¡Suscríbete al blog del Educadores para asegurarte de que no te lo pierdas!