Cuando un padre llega a la escuela para hablar sobre tecnología, generalmente no está ahí para compartir comentarios positivos sobre todas las maravillosas lecciones de integración que han tenido lugar en el aula. Por lo general, es todo lo contrario: inquietudes acerca de cómo su estudiante accede, usa, usa en exceso o manipula la tecnología en el aula.
Aunque algunas de estas inquietudes pueden estar fuera de lugar al no saber exactamente qué está sucediendo, otras inquietudes son muy válidas y deben considerarse. Entonces, como docente o director, será útil considerar cómo prepararse para estas preocupaciones.
Aquí hay algunos ejemplos de inquietudes que los padres discutieron conmigo cuando era director:
- Demasiado tiempo frente a la pantalla: los padres que están preocupados por esto probablemente ya limitan el tiempo frente a la pantalla en casa. Si los estudiantes tienen 30 minutos en casa, les preocupa saber que sus estudiantes pasan tres horas frente a la pantalla durante el día escolar. La mejor respuesta a esto es tener información objetiva para respaldar la verdad a la preocupación. ¿Cuánto tiempo pasan frente a la pantalla los estudiantes? Una vez que se conoce esta información, es más fácil crear una respuesta. Quién sabe, tal vez esta información ayudará a guiar la práctica futura en el aula.
- Falta de movimiento: al igual que la preocupación del tiempo frente a la pantalla, los padres que están más preocupados por esto probablemente alientan a sus estudiantes a estar activos fuera de la escuela. La preocupación es que los estudiantes se sientan demasiado tiempo durante el día escolar y la tecnología solo empeora este problema. Para mí, la mejor respuesta es alentar a los docentes a usar tecnología que integre el movimiento. Existe validez en la preocupación de que los estudiantes sean demasiado sedentarios en el aula, y esta es una gran solución.
- Falta de interacciones sociales: las interacciones sociales son lo que los niños necesitan más, no menos. En su mayor parte, creo que esto es un malentendido más que una preocupación. Si bien es cierto que los estudiantes se comunican menos cara a cara, este no es realmente el caso en la escuela. Los estudiantes tienen una interacción mucho más directa en la escuela, incluso si tienen un dispositivo que también están usando. Con suerte, estamos trabajando en formas de ayudar a los estudiantes a navegar el mundo de las redes sociales de una manera positiva.
- Acceso a material inapropiado: creo que esta sería la preocupación más común si los padres fueran encuestados. Hay tanto por ahí y es tan fácil llegar, que puede parecer casi imposible detenerse. Las escuelas que recaudan dinero de E-Rate deben tener un software de filtrado y protección infantil. La buena noticia es que estas herramientas de filtrado y escaneo son cada vez mejores y más sofisticadas. No podemos asegurar a los padres que esto nunca sucederá en la escuela, pero la probabilidad de que ocurra a través de un dispositivo escolar es mucho menor que por cualquier otro medio.
- No enfocarse en el uso educativo: muchos padres se preocupan de que todo lo que hacen sus estudiantes con la tecnología es escuchar música y jugar juegos; esta preocupación debe abordarse de inmediato. Hay momentos en que los estudiantes exageran esta afirmación, pero incluso si está sucediendo, debe haber una buena razón para ello. Como antiguo docente de aplicaciones informáticas, sé que algunos estudiantes encontrarán todas las formas de llegar a los juegos y medios que disfrutan. Debido a esto, los docentes deben estar atentos al monitorear el uso de tecnología de los estudiantes. Al igual que el filtrado de material inapropiado, hay muchas opciones de software que los colegios pueden usar para ayudar a los docentes en esta área.
Y aunque estas son solo algunas ideas sobre cómo responder a los padres y sus inquietudes sobre la tecnología, estoy seguro de que hay muchas otras. El punto no es que una persona pueda copiar y pegar estas respuestas a los padres, esa no es la intención de este artículo. Más bien, los docentes, los colegios y las autoridades escolares deberían pensar en el papel del uso de la tecnología en los colegios y cómo podemos asociarnos con los padres para la mejor experiencia educativa posible.
Los estudiantes necesitan aprender a usar la tecnología y usarla apropiadamente. Esta es la misión principal de nuestros colegios: preparar a los estudiantes para el futuro. Pero al hacerlo, no debemos dejar atrás a los padres e ignorar el importante papel que juegan en esta discusión. Si bien es cierto que los tiempos han cambiado en las últimas décadas, muchas de las mejores prácticas universales para la enseñanza no lo han hecho. Cuando hablamos de involucrar a los estudiantes, monitorear su trabajo y facilitar el movimiento en el aula, no estamos resolviendo problemas que no existían hace 50 años. Lo que estamos haciendo es resolverlos de diferentes maneras. Afortunadamente, al escuchar y colaborar con los padres, podemos garantizar un aprendizaje excelente, seguro y atractivo.
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