Al inicio y a lo largo de todo ciclo escolar el docente se debe enfrentar con el desafío de conocer mejor a sus alumnos, sus estilos de aprendizaje, gustos, habilidades, áreas de oportunidad, etc.
Es probable que puedas estar pensado “pero si tengo miles de cosas que hacer y todavía debo ponerme a observar y acercarme a mis alumnos, ganarme su confianza para obtener más información sobre ellos” pues sí, es lo más recomendable ya que entre mejor los conozcamos, podemos saber cómo apoyarlos y sobre todo hasta donde y cuanto ayudarlos. Esto es lo importante, como profesionales de la educación nuestro objetivo principal es que sean autosuficientes o autónomos ya que el desarrollo de la autonomía es una de las tareas claves sobre todo en preescolar (pero cabe recalcar que también en todas las etapas).
El concepto de autonomía es muy extenso y no quisiera que se mal interprete a que uno no necesita de nada ni de nadie para “funcionar” en la vida, al contrario, por autosuficiente me refiero a que debes ofrecer situaciones a tus alumnos para que aprendan a organizarse, a planear, a reconocer sus errores y a evaluar su propio trabajo. Al ser conscientes de su forma de pensar y de actuar a nivel académico, lograrán modificar conductas y conseguir mayores aprendizajes y éxitos.
Si nos ponemos a analizar bien a los niños podemos darnos cuenta que desde pequeños tienen un deseo natural por aprender y que intentan hacer las cosas por sí mismos, en pocas palabras, buscan ser autosuficientes, ya que esto les hace sentirse capaces, más seguros y preparados para afrontar retos cada vez más grandes, entonces ¿Por qué limitarlos?
¿Tú promueves la autonomía en tus alumnos? La mejor manera de hacerlo es mandándoles el mensaje de que confías en ellos, hacerlos sentir que si pueden hacer las cosas, darte el tiempo de felicitar sus logros, pero también sus esfuerzos, no solo nos enfoquemos en lo que no han podido lograr, asegúrate que han comprendido bien las instrucciones y trata de que la información les llegue por varias vías (visual, auditiva, táctil, etc.). Frases como:” Yo sé que tú eres capaz”, “estoy aquí para guiarte si es necesario”, “con esfuerzo puedes lograr lo que te propongas” te aseguro que les puedes cambiar la vida.
Me parece que todo docente quisiera lo mejor para sus alumnos y que superen sus metas propuestas tanto escolares como personales. Así que aparte de lo ya sugerido anteriormente en este artículo les dejo más estrategias para favorecer la autonomía en el aula, esperando les sean de utilidad:
1.- Fomenta la curiosidad
2.- Planifica con antelación ¿Qué habilidades o tareas prácticas deberían de saber?
3.- Desglosa las tareas en pasos que ayuden a los niños a aprenderlas fácilmente.
4.- Centrar la educación en el refuerzo de las capacidades de los alumnos y sus logros.
5.- Darles responsabilidades adecuadas a su edad.
6.- Permitirles que asuman un rol activo dentro de lo posible.
7.- Saber dar tiempo adecuado para que los alumnos intenten hacer las cosas por si mismos aún cuando el resultado no sea perfecto.
8.- Enséñales a hacer cosas, mientras les resulte interesante aprenderlas.
BIBLIOGRAFÍA
-El bienestar del docente, Josep Joaquim Franco Monill y Sheila Gálvez Triguero, ED. GRAO. España
– Cómo sobrevivir en el aula (Guía emocional para docentes), Antonio Galindo Galindo, ED. ICCE. España
