Los mentores juegan un papel crítico en el éxito de los docentes. Incluso después de una experiencia docente de calidad, los nuevos docentes aún tienen mucho que aprender. Hay tantos matices para la profesión, para el nivel de grado y para cada escuela en particular. Además, hay mucho que aprender incluso después de que el docente se haya graduado.
Mentoría Formal vs. Informal
Al comienzo, es importante que definamos los diferentes tipos de mentores que se realizan en una escuela. Algunas tutorías ocurren de manera informal, generalmente con docentes experimentados que asumen un nuevo rol o una nueva posición en una escuela. La mentoría informal es importante para ayudar a comunicar la cultura y los procedimientos en una escuela.
La mentoría formal es más estructurada y típica con nuevos docentes para la profesión o la carrera. En nuestro estado, tenemos requisitos de mentoría para que los docentes con licencia condicional obtengan una licencia profesional. Este tipo de tutoría formal estructura las conversaciones y los temas entre el mentor y el docente. Este es un gran modelo para aprender y crecer en la profesión.
Roles de un Mentor
La tutoría puede ser una tarea compleja. Puede sentir que hay tantas cosas que aprender que es casi imposible ayudar al docente de manera efectiva. El aprendiz puede estar menos dispuesto a escuchar a veces y sentirse realmente abrumado.
Debido a esto, los mentores necesitan usar varios sombreros para ser mentores efectivos. Los mentores deben poder trabajar con los aprendices de diferentes maneras para satisfacer sus necesidades. Aquí hay algunos "sombreros" diferentes que el mentor debe usar para ser un comunicador eficaz con el mentoreado:
Tutoría como un entrenador: el mentor necesita "entrenar" al docente a lo largo del año. Al igual que los grandes entrenadores, hay una gran motivación que se necesita para tener éxito. Los entrenadores encuentran las fortalezas en un jugador y las animan. También pueden brindar oportunidades de retroalimentación sobre áreas para mejorar.
Tutoría como un amigo: Como amigo, nos guiamos mutuamente de una manera diferente. Los amigos tienen un fuerte vínculo y una relación mutua. Cuando trabajamos como amigos, nos reímos y lloramos juntos. Lo más importante es que compartimos los unos con los otros con sinceridad sobre lo que pensamos y sentimos. Esta es realmente una pieza crítica para una buena relación mentor / aprendiz. Con una comunicación confiable y clara, los mentores realmente pueden saber cómo apoyar a los docentes con los que están trabajando.
Tutoría como un compañero: los docentes necesitan ser mentores de otros docentes. Los directores o consejeros pueden ayudar a guiar a nuevos docentes, pero el consejo y el apoyo realmente tienen que venir de un compañero. La importancia de que los docentes asesoren a otros docentes no puede ser subestimada. Y, el mentor debe guiar al nuevo docente en la "profesión" tanto como en la escuela o el nivel de grado.
Tutoría como un evaluador: este es probablemente el sombrero más duro para el mentor, pero es importante. A los docentes no les gusta sentir que son "evaluadores" el uno del otro, yo realmente no lo alentaría. El mentor debe proporcionar comentarios sobre el proceso de evaluación y lo que el director (o evaluador) está buscando. Este es el tipo de conocimiento especializado que no se puede obtener de un manual o una reunión de personal. Esta visión realmente ayudará al nuevo docente a tener éxito como empleado tanto como a un docente.
Otros Factores a Considerar
Hay algunas otras ideas que he notado sobre la mentoría exitosa. Primero, es crítico que haya tiempo y temas programados para el mentor y el aprendiz. Es fácil "saltear" algunas de las comunicaciones que deberían tener lugar. La suposición de que el mentoreado ya sabe esto o eso es malo, por lo que la estructura es fundamental para el éxito con la mentoría.
Me he dado cuenta de que funciona bien, si es posible, que los docentes se guíen unos a otros desde otros niveles de grado. A veces, los docentes deben tener la capacidad de compartir información sobre aquellos con quienes trabajan más. Si hay dos docentes de tercer grado en una escuela, como director, trataría de no tener el nuevo mentor de docentes de tercer grado con el docente en el mismo grado.
Con una estructura, un horario y líneas abiertas de comunicación entre el mentor y el aprendiz, puede producir excelentes docentes y grandes profesionales que se sientan apoyados en sus primeros años.
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