Creando (y Manteniendo) Equipos Efectivos

Publicado por Kelly Bielefeld el 16 abril, 2019
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En una capacitación reciente, se me pidió que considerara la siguiente pregunta: ¿Por qué queremos que los docentes trabajen en equipo? Fue algo que me hizo detenerme y pensar por un segundo. Promuevo equipos de docentes y comunidades de aprendizaje profesional y escribo sobre ellos a menudo. Supongo que asumí que todos sabíamos por qué los docentes que trabajaban en equipos en colaboración era tan importante, pero no estoy seguro de haber articulado realmente por qué me sentía así. 

Lo que aprendí fue que mis opiniones sobre la importancia de los equipos de docentes en realidad tenían investigaciones que lo respaldan. Los docentes que trabajan de forma independiente pueden tener efectos profundos en el rendimiento estudiantil, pero los docentes que trabajan en colaboración entre sí tienen un impacto mucho mayor. Si nuestro enfoque principal son nuestros estudiantes y lo que queremos es que tengan éxito, entonces los equipos de docentes de colaboración fuertes son mejores para los estudiantes. Por lo tanto, los docentes deben trabajar en colaboración para mejorar los resultados.

La Colaboración es Clave

La verdad del asunto es que la colaboración no es una opción para los equipos, es una necesidad. Sabemos que el aprendizaje de los estudiantes es más profundo y más fuerte cuando los equipos de estudiantes trabajan juntos y colaboran para resolver problemas. Si esto es mejor para los estudiantes, ¿no deberíamos esperar lo mismo de nuestros docentes? 

Si acepta el hecho de que los equipos deben colaborar juntos, también debe aceptar el hecho de que a veces los equipos no pueden hacer esto muy bien. La mayoría de las escuelas en las que he formado parte han tenido equipos muy cohesivos y otros equipos que no eran tan cohesivos. Pero esto no significa que los docentes deban dejar el trabajo en equipo y enseñar de forma aislada. La buena noticia es que los equipos pueden aprender a ser mejores, ser más eficientes y ser más colaborativos.

Los equipos cohesivos toman tiempo, trabajo y energía, pero quizá la mayoría de ellos toman estructura. Si los líderes de los equipos pueden proporcionar una estructura consistente y confiable, puede impactar la efectividad de todos los equipos dentro del colegio.: Todos estos equipos deben tener una estructura, y los resultados serán mejores si las estructuras están en su lugar. 

Aquí Hay Cinco Cosas que Cada Equipo Debe Tener en Su Lugar:

  1. Normas de Grupo: Estos son los acuerdos de trabajo que tienen los equipos sobre cómo operarán durante su tiempo juntos. Estos deben limitarse a cinco o siete normas y deben provenir de las prioridades del equipo. Por ejemplo, los equipos pueden querer limitar las distracciones durante las reuniones guardando los teléfonos celulares, respetar el tiempo de todos al comenzar y terminar a tiempo, o no tener conversaciones secundarias para asegurar que el equipo se mantenga en el tema. Estas normas deben estar en cada agenda y deben ser revisadas periódicamente. 

  2. Agendas: Cada reunión debe tener una agenda que se pueda compartir con el director o cualquier otra persona que necesite saber cómo está operando el equipo. Esto mantiene los temas enfocados y proporciona comunicación sobre los temas que están a la mano.

  3. Centrarse en los Datos: es posible que algunos grupos no sepan qué hacer cuando se unen a un equipo. A veces, los equipos pueden mantener conversaciones sobre temas de nivel superficial: estudiantes, padres, tal vez incluso historias personales. Al asegurar que existe un componente de discusión de datos en las reuniones del equipo, se mantiene el enfoque en el logro estudiantil, que es el objetivo de la formación de equipos.

  4. Una Persona que Toma las Decisiones con Claridad: a veces, un equipo puede querer explorar opciones de tecnología o materiales curriculares. Puede ser frustrante para un equipo hacer la tarea sobre estas cosas y descubren que en última instancia es decisión de otra persona. Al definir esto, como uno de los temas iniciales, puede ayudar a aliviar la frustración innecesaria que puede surgir. Tenemos un lenguaje de informar, recomendar, o decidir. Cada tema debe estar claramente etiquetado por el equipo y lo que pueden hacer con la información: compartirla, enviarla a la cadena como una recomendación o tener la capacidad de apretar el gatillo y decidir sobre un problema.

  5. Un Plan para Manejar el Conflicto: Cada equipo tendrá algunos conflictos. Las mejores normas y agendas no pueden evitar que los equipos tengan problemas de comunicación o intereses diferentes. Como parte del proceso de estructuración, cada equipo debe tener un plan para lo que debe hacer cuando hay un conflicto: hacer una pausa y regresar a él, traer a una persona externa para ayudar a mediar, pasar por un facilitador para tener un proceso de toma de decisiones, o tal vez simplemente reúna a aquellos con el conflicto fuera de la reunión del equipo. Hay muchas opciones, pero al tener una o dos listas para comenzar desde el principio, puede ayudar a asegurarle de que el conflicto no sea personal.

Poner todo este tiempo y trabajar para mejorar los equipos vale la pena al final. Al hacerlo, podremos mantener a los equipos funcionando sin problemas año tras año. Al poner el trabajo pesado al inicio del proceso, al final se ve recompensado cuando los equipos pueden trabajar de forma colaborativa e independiente.

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