Para aquellos países de Latinoamérica y habla hispana que están en la temporada de invierno y que además hay nieve, no es ningún secreto que a los niños les ENCANTA pasar un buen día en la nieve cuando se suspende la escuela y pueden pasar todo el día en la casa. Pero no se deje engañar: ¡a los docentes les encantan los días de nieve tanto como los niños! Durante los tristes meses de invierno, los niños se vuelven un poco locos, todos se sienten un poco deprimidos y los docentes se cansan. Un día de nieve puede servir como un día de descanso muy necesario para los docentes con exceso de trabajo.
¿Qué hacen los docentes en los días de nieve? ¿Quizá se lo esté preguntando? Estoy seguro de que algunos pueden planear lecciones y ponerse al día con las calificaciones, pero en mi opinión, los docentes deberían tomarse el día libre para recargar energías.
Aquí está mi lista de "cosas por hacer" para los días de nieve. Espero que esta lista ayude a mis amigos docentes que sienten "la culpa del docente" por tomarse las cosas con calma.
- Regrese a la cama. Después de recibir la llamada o el mensaje de texto "¡Ya se acabó la escuela!", Puede bailar de felicidad y volver a gatear debajo de las sábanas. No digo que duerma todo el día, pero consiéntase con un poco de sueño extra. Si no puede volver a dormir, al menos disfrute de un poco de paz y tranquilidad. Tómese una bebida caliente, siéntase en el sofá, escucha el hermoso silencio y disfrute el hecho de que no hay nada que realmente tenga que hacer hoy.
- Leer. Los docentes también somos lectores y aprendices, pero durante el año escolar, a menudo dedicamos nuestro tiempo libre para calificar, preparar lecciones, leer textos relacionados con la educación y abordar nuestras tareas domésticas después de todo eso. Un día de nieve es una gran excusa para leer por placer. Acuéstese en el sofá con una manta y un buen libro, lea una revista o lea para o con sus hijos. Pero dedique un poco de tiempo a nutrir su mente; lo prometo, ¡se sentirá más relajado!
- Jugar en la nieve. Solo por diversión, imagine que eres un niño. Haga bolas de nieve y tírelas a los niños del vecindario, construya un muñeco de nieve o vaya en trineo. Agrupe y pasee. Levante su ritmo cardíaco, ríase, actúe tontamente. No me importa si eres un nuevo docente o un veterano, este simple acto de juego lo revitalizará.
- Mire una gran película o dos. Recuerdo que hace unos años, mi distrito canceló la escuela y mis hijos y yo lo declaramos día de pijama: pasamos un buen rato en el sofá, Netflix fue nuestra gran diversión, nos acurrucamos y nos relajamos. Tuvimos un tiempo increíble y perezoso. No debemos sentirnos culpables por disfrutar de un poco de tiempo de inactividad, ¡nos lo hemos ganado!
- Actívese en la cocina. Un día de invierno frío y cubierto de nieve pide galletas caseras u otras golosinas deliciosas. Sea aventurero y pruebe una nueva receta que haya querido usar. Involucre a toda la familia y sea creativo en la cocina. Cocinar es una actividad familiar divertida además de una gran manera de pasar el tiempo.
Tanto para niños como para docentes, los días de nieve son como un regalo de los dioses. Los docentes necesitan el breve alivio tanto como lo hacen sus alumnos. Pero recuerde, los días de nieve se pueden usar como un día de descanso. No estamos obligados a abordar grandes proyectos o hacer tareas escolares. En cambio, podemos respirar la belleza del invierno, relajarnos, estar presentes con nuestra familia y disfrutar haciendo las cosas que amamos. Algunas veces tomar un descanso es lo mejor que los docentes podemos hacer por nosotros y nuestros estudiantes.
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